Bouyerd – Kem – Bouyerd.
Muy temprano, me
dispongo a ver el amanecer, algo fantástico como las dunas cambian de color a
medida que el sol levanta.
Después de fascinarme con el amanecer, y saborear un suculento desayuno, nos disponemos a
seguir descubriendo el interminable desierto.
Sobre las 10 de la
mañana, partimos hacia la hamada de Kem, o Desierto Negro.
Atravesamos ya
dunas bajas, para andar luego por una zona bastante llana, divisando a lo lejos
las montañas del país vecino Argelia.
Una hamada, es un
desierto pedregoso, árido y con muy poca arena, en contraste con los ergs, zonas de dunas o regiones arenosas del desierto.
Kem es eso, un
paisaje desértico pedregoso, árido, polvoriento, con muchas rocas y casi sin
arena.
La hamada en
verano, por su composición rocosa, puede alcanzar temperaturas de hasta
60ºC, es lo más cercano al infierno, a pesar de las temperaturas, en este
desierto negro de Marruecos viven muchas familias nómadas.
“La vida en el
desierto es muy dura pero feliz”, me comenta Said, el guía, mientras
descansamos bajo la sombra de una carpa hecha con paños tejidos con piel de
camello y tomamos té.
Me presenta a la familia que vive aquí, Hammed el padre, su mujer de nombre para mi impronunciable y su pequeño y encantador hijo.
Todo lo que
poseen, son sus carpas muy rústicas, algún camello y varias cabras, de las
cuales aprovechan su leche y también comercializan para vivir.
Tienen agua que
ellos mismos extraen, pero no les llega la luz, nada preocupante para ellos.
“Aquí no tenemos prisa, vivimos tranquilos, sin problemas en la cabeza, sin estrés”.
Nos
saludamos todos, cuando comemos disfrutamos lo que comemos, y nada desvía el
pensamiento, aquí trabaja quien quiere, sin embargo, la concepción de
“trabajo” en el desierto es distinta a la nuestra de ciudad, en el desierto, en
definitiva, todos trabajan, la diferencia es el objetivo que se marcan: trabajan para
adaptarse a un medio muy hostil, y poder sobrevivir cada día con muy pocos
recursos, no para obtener dinero y más dinero para un futuro que les resulta muy
incierto.
Said recuerda su infancia, si observas, está descalzo y así cada día. |
En el desierto
todo ocurre ahora, y solamente importa el hoy.
Sobre las 3 de la
tarde, nos servimos de la comida, una gran pizza bereber, rellena de pollo y
diferentes verduras, junto con una ensalada, acompañado todo de agua.
Descansamos, saco muchas fotos y ya sobre las 17 horas tomamos el camino de regreso al campamento
Bouyerd.
Hoy está siendo un día muy interesante, hemos estado dando la vuelta al erg Chebbi, nos encontramos con nómadas de diferentes tribus que guardan junto con sus secretos la sabiduría del desierto, disfrutamos de un almuerzo con una familia nómada en la hamada kem, y a ahora, volvemos del Desierto negro a las haimas antes de que se haga la noche total.
Al llegar tomamos el té, en ese interín llega un guía con 4 camellos trayendo dos parejas, una de alemanes y la otra de holandeses.
Después de lo
cual, cenamos ensaladas varias, pinchos de pollo y verduras para rematar finalmente con un Tajín de Keffta, y frutas frescas.
Luego vuelvo a transitar sobre las dunas para mirar las estrellas.
Sobre las 23 horas
se repite ritual, fuego, tambores y cánticos de los bereberes.
Segunda noche en
campamento de bicha.
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Mucha agradecería vuestros comentarios, para entender que puedo seguir colgando tracks. Gracias.
J'apprécierais grandement vos commentaires, pour comprendre que je peux continuer à poster des morceaux. Merci.
Ich würde mich sehr über Ihre Kommentare freuen, damit ich verstehen kann, dass ich weiterhin Titel veröffentlichen kann. Danke schön.
Track de la ruta:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=148428471
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