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BOUYERD, MIRDANI, N´FIS, ERG ZNAGUI, DESERT CAMP.

 


 Bouyerd – Mirdani – Erg Znagui

Hoy, mi guía Said, y yo abandonamos campamento Bouyerd para no regresar.

Después del desayuno, preparan dos dromedarios, uno el que me acompaña desde el primer día, cargando con mis pertenencias, y si lo deseara montarlo, y en el otro se carga todo para pasar la noche en el campamento salvaje en medio de las dunas. 

Son las 10 de la mañana y nos despedimos de todos en el campamento Bouyerd, nos quedan por delante 16 kilómetros de desierto.

Salimos en dirección Mirdani, dejando a nuestra derecha la duna de arena dorada y caminamos sobre la negra piedra, para llegar al antiguo asentamiento, donde solo quedan unas pocas familias nómadas viviendo.




Pasamos de largo por la meseta de Mirdani, donde algún turista bebía su te, acercado hasta aquí por un todo terreno.


Continuamos a erg Znagui, pero en el camino nos encontramos con las ruinas de las minas de M'fis, que fueran de gran importancia en el pasado gracias a las inversiones francesas, en busca de plomo y barita, principalmente, hasta que su actividad se detuvo cuando dejó de ser rentable.






La mina de kohl marroquí, que parece haberse detenido en el tiempo.

El kohl extraído aquí, también tiene otros nombres como, kujul o kul, es uno de los productos cosméticos más antiguos de la humanidad.

La pena de todo esto es el gran poblado que ha sido abandonado, al carecer sus pobladores de sustento al cerrar las minas.

La extracción en las minas era a cielo abierto, con perforaciones en la roca en forma de pozo o trinchera, de donde se extraía plomo, khol y baritina y donde la mayoría de la gente en Merzouga solía hacer su vida. 

El "Kohl" es un cosmético a base de sulfuro de plomo y otros ingredientes, normalmente es negro o gris, este producto es utilizado por las mujeres de Marruecos, y en algunas ocasiones usado también por los hombres, sirve como máscara de ojos, delineador o para oscurecer los párpados, también recibe otros nombres como kul o kujul, y es uno de los productos cosméticos más antiguos de la humanidad.

Desde el punto alto, tenemos unas magníficas vistas panorámicas de todo alrededor, minas y ruinas del pueblo.

Bajamos desde M´fis y en esta parte, el desierto de dunas se mezcla con la hamada, en el corazón de esta área encontramos el Valle de las Tortugas, donde aún se pueden ver fósiles de tortugas de distintas medidas, que vivieron hace millones de años.



Hacemos un descanso para reponer fuerzas comer y beber agua, luego de lo cual seguimos viaje hacia el erg de Znigui.

Poco a poco nos adentramos en las dunas y vamos ganando altura, a medida que transcurren los kilómetros tenemos unas vistas magnificas del erg.



En este caso las dunas se pintan con manchas verdes que son pequeños arbustos, ahora sin hojas todavía, pero que le dan otro aspecto.

Internándonos en la gran duna, y subiendo muy poco a la “sombra” de un arbusto, decidimos parar, para levantar nuestro campamento, en medio de la nada.



Mientras Said, prepara todo, me animo a subir la alta duna que tengo delante, con mucho esfuerzo logro el objetivo, desde donde tengo unas magníficas vistas de todo el entorno, y observar la puesta de sol.

 A lo lejos diviso una caravana de dromedarios que transportan turistas para poder ver desde allí también la puesta de sol, siempre deslumbrantes.


Son las 21 horas con una noche profundamente oscura, Said comienza a encender fuego para asar unas presas de pollo, que le han quedado deliciosas, también acompañada como no de una ensalada, y melón muy dulce.

Después de la cena, me acuesto en mi cama, un trozo de espuma, con una manta por encima, a la intemperie, y contemplo la gran pantalla de televisión Bereber, un cielo salpicado de innumerables estrellas.

Son las 12 de la oscura noche y vamos a dormir, yo al raso, Said dentro de la pequeña carpa, una fresca noche que por momentos tenía ráfagas de viento fuertes, pero su frescor era lo mejor.

Son las 6:30 y me despierto, todavía oscuro, pero disfruto de los primeros colores del amanecer.


A las 8 desayunamos, con pan bereber, sardinas, zumo de naranja y melón, delicioso todo y reponedor de fuerzas para los 12,5 kilómetros que nos separan del Ksar Bicha.

Volvemos a remontar altas dunas hasta llegar a una planicie desde donde puedo divisar a lo lejos en lo alto las minas de M´fis, después de esto entramos otra vez en dunas, que desde la parte alta nos dejan ver ya campamentos fijos al exterior de la gran duna de Erg Znagui.





Este tramo final se hace duro, subir y bajar continuamente dunas donde los pies se entierran y hace el andar muy pesado, al pasar junto a las haimas de un campamento, ya podemos a lo lejos divisar las edificaciones cercanas a la carretera.


ya podemos ver las primeras casa de Merzouga.
Sobre las 12 horas llegamos a Ksar Bicha, descargo mis mochilas, me despido de Said, deseándole lo mejor, mientras él descarga el segundo dromedario, y me dirijo a la recepción buscando ya mi habitación, para pasar la última noche en Merzouga.






Mucha agradecería vuestros comentarios, para entender que puedo seguir colgando tracks. Gracias.

J'apprécierais grandement vos commentaires, pour comprendre que je peux continuer à poster des morceaux. Merci.

Ich würde mich sehr über Ihre Kommentare freuen, damit ich verstehen kann, dass ich weiterhin Titel veröffentlichen kann. Danke schön.

Track de la ruta:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=148429736




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