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Etapa 6: Viana - Navarrete. 21.500 km



Etapa 6:  Viana - Navarrete. 21.500 km

Viana es una ciudad de tamaño mediano,  antigua con calles estrechas y laberínticas, casas centenarias, de color ocre de dos o tres pisos como mucho. 
Hay bastantes edificios históricos, iglesias y su ayuntamiento entre otros. Una bonita plaza mayor, Plaza de los Fueros.
Dejo Viana junto al colegio Ricardo Campano y por una pista entre huertas  cruzo la Nacional-7220. 
Más adelante haré lo propio con la Nacional-1110 y seguiré también por pista hasta la ermita de la Virgen de Cuevas. 

Me separan de Logroño 9.600 km.
El día se pasa entre campos de cultivo, al llegar a la altura de una señal que indica Observatorio El Bordón, Laguna de las Cañas, giro a la derecha para internarme por poco tiempo en un pinar.
Después se vuelve a cruzar la carretera, y sigo por el talud junto a otro grupo de pinos hasta pasar muy cerca de la papelera del Ebro, donde está el límite provincial de Navarra, que me ha acompañado durante unos 150 kilómetros aproximadamente, ahora toca el turno a La Rioja.Lo indica un mojón de piedra con la inscripción -provincia de Logroño-  

Andando entre pinos a veces y otras al lado de la carretera, sobre las 9:00 diviso la ciudad de Logroño y las dos torres de su catedral, llego al centro de la ciudad pasadas las 9:40, después de atravesar el puente de piedra sobre el río Ebro.

Entré en la catedral de Santa María de la Redonda para sacar alguna foto, y sellar la credencial pero no encontré a nadie a esas horas.




La salida de Logroño se hace muy larga, pero a diferencia de otras ciudades, es agradable ya que dejas la ciudad por un camino que conduce al parque de San Miguel y luego el entorno del embalse de la laguna de la Grajera, construido en 1883.





Es un camino preparado para las actividades deportivas de sus ciudadanos, que en ésta mañana habían salido para hacer deporte, tiene gran cantidad de árboles y lugares para descansar. 
El camino tiene un pequeño repecho y vuelve de otra vez a los viñedos y a la actividad agrícola. 
Casi a las puertas de Navarrete me encuentro con las ruinas del que fué, el antiguo hospital de peregrinos de San Juan de Arce.


Una larga recta me separa de Navarrete, pueblo de alfareros que se encuentra emplazado sobre el cerro Tedeón. 
Inmediatamente, llegar me acerco al albergue, La casa del Peregrino, regenteada por el peregrino Ángel, cumple con todas las exigencias y además la amabilidad de Ángel, conocedor de las necesidades de quien llega.
Una vez ubicado, y con baño de rigor mediante, salgo a recorrer el pueblo, por la calle Mayor Alta,  la plaza del Arco, la calle San Roque y por la calle Arrabal.




Visité su preciosa iglesia, Nuestra Señora de la Anunciación y monumentos cercanos, luego para calmar hambre y sed, me acerqué a la " Casa de comidas de Begoña y Antonio " ubicada sobre la Plaza de las Pilas, al frente de la iglesia. 
Por ser ya media tarde pedí una clara y unos pinchos, por cierto muy buenos.
En la tarde noche, me decido por volver, y en el momento que me disponía a elegir las tapas, una señora, que luego identificaría como Begoña, la propietaria, me dice si en realidad no me apetecería algo diferente a las tapas, pues sí fué mi respuesta, me preparó ella misma la mejor sopa de ajo probada en mi vida....Muchas gracias Begoña.



Es ahí que me encuentro por segunda vez con Bernard, el francés, compartimos unos momentos juntos para separarnos, regresando a descansar.
Preparo todo, para que en cuanto amanezca, pueda salir sin molestar a los demás,  la noche transcurre sin novedad.

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